MENTIRA

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pensamientos desbocados
indomitos, salvajes, encerrados
conectada al reino de lo inexplicable
ante la gente...dulce, amable.

a solas... en fiera e incesante lucha
grita, llora, sufre y nadie la escucha.
como montaña acomulando energia
en su interior guardaba penas y sufria.

encerro el espiritu que clamaba libertad
renunciando a los sentimientos y a su verdad.
el volcan vomito lava desde el infierno
y ella guardo sus ansias en un cuaderno.

y sepulto la prision incandecente
el amor que llenaba su vida, su mente.
el que refujio y bramo arrojando cenizas
esta en paz, calmado, ya no hay prisa
Dicen que el dolor no destruye...fortalece
¡es mentira! pues ella en lagrimas...parece
atascada en conflictos, responsabilidades e infelicidad
de la mano que la lleva...a la perpetua soledad.

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REALIDADES QUE SE ACABAN

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MELLIZOS

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DATOS SOBRE BRAULIO

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Braulio era nuestro tema cotidiano. Ninguno de no­sotros lo conocía, ni siquiera lo habíamos visto en fotografía, pero fue desde siempre el protagonista de nuestros coloquios y chismografías. El mayor de nuestra banda o clan o tribu, Lucas, tenía quince años. Yo era el menor con doce, y en el medio esta­ban Ramiro con trece y Luis con catorce. Según informaciones que había recogido Ramiro, el invisible Braulio, algo mayor que nosotros, era due­ño de una hermosa bicicleta con la que pedaleaba in­cansablemente por la carretera que lleva a Maldonado. Para Lucas, en cambio, lo de la bicicleta era un cuento chino. Según pudo saber, Braulio había que­dado cojo a raíz de una salvaje patada que le propina­ron en una cancha de fútbol, y en consecuencia no parecía que fuera apto para el ciclismo. Luis, por su parte, juraba y perjuraba que Braulio no tenía bicicleta, y no era rengo ni nada parecido, y añadía que no faltaban quienes decían haberlo visto participar en pruebas atléticas con excelent
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